EL CHICO QUE ROBÓ MI CORAZÓN

La historia de un Niño de quien se pensó que nunca podría.



Este niño "es diferente, tiene un problema”, " no pertenece a esta escuela",  simplemente "No podrá". "Debe estar en una escuela especial donde van estos niños"  "¿Qué vamos a hacer con él?”. Las palabras fueron golpes secos al corazón.   Inhale profundamente  pidiendo paciencia, sabiduría y, volteando hacia la pantalla comencé a guiarlos al mundo de la Integración y aceptación, a través del trabajo por competencias.
“INTEGRAR ES ACEPTAR, EXCLUIR ES DISCRIMINAR”…
Trabajar con maestros y padres de familia es algo que con frecuencia había hecho. Llevo  15 años siendo la portavoz de aquellos niños que necesitan una oportunidad de ser aceptados y de demostrar sus competencias.
Ante mí, estaba un grupo de compañeros que iniciarían un viaje llamado Integración y Aceptación; y mientras comenzaba las diapositivas, mi mente viajo hacia los primeros días de este chico en la escuela.
UNA LLEGADA ESPECIAL.
Su nombre: Ramsés.  Llegó a nuestro plantel con serias dificultades de comprensión y lenguaje. La maestra de primer año Norma, se encontró con un niño con aptitudes diferentes a los que ella había observado en otros. Sin embargo, viendo a un niño con posibilidades,  se empeñó en  apoyarlo hasta donde sus recursos pudieran hacerlo, - "acudiré a ti cuando no pueda hacer saber que más hacer"- me había dicho.  Esta  determinación fue  primordial para Ramsés y sus inicios en la escuela, porque su maestra confiaba en ella misma y  en las potencialidades del niño.
 Ramsés presentaba ecolalia. La comunicación era difícil de entender y las actitudes que presentaba hacían de él un niño singular. Se reía por las cosas sin sentido aparente. Se le dificultad cambiar de una actividad a otra y sus dificultades en la comprensión le causaban una desventaja ante el grupo en las actividades.
VENCIENDO RETOS
Cada año era un reto tanto para él como para sus padres. Cambio de maestro, dudas sobre su desempeño, hasta donde alcanzarían   sus conocimientos y más. Sin embargo, junto a estas dudas se observaba un lento avance.
Lo hermoso de trabajar con otros niños con Necesidades Educativas Especiales, son las lecciones de vida que te dan. Ramsés crecía junto a sus compañeros y estos se unían a él creando un soporte adicional. Una lealtad y compañerismo dignos de imitar.
Expresar las emociones no era fácil para Ramsés. Se sentía inseguro y era presa de angustia ante los conocimientos que él no alcanzaba comprender. No le gustaba que lo abrazara y que le diera el típico beso de despedida, aquel que dan y se le da a los niños cuando se despiden de su maestra, entonces, ¿Cómo ayudarlo a confiar en él mismo?
A finales de quinto grado, solía preguntarme ¿Qué quería ser cuando era niña? , ¿Qué me gustaba? Y otras más. Podía mirar ese talento que llevan consigo los niños y que era necesario sacar a flote en cada una de sus conversaciones. Esos momentos los atesoro en mi corazón. Me sentía muy unida a él.
UNA SOPA ESPECIAL..
 Como parte de las actividades escolares, decidí participar  en un festival de lectura en nuestra escuela, y lo haría con 4 de mis alumnos. Escoger quienes serían no fue difícil. Por sus necesidades sabía cuáles eran los que necesitaban ser parte de una sopa especial.
La primera vez que leí Sopa de Calabaza me enamoré de ella. Se trataba de 3 amigos que hacían una rica sopa.  El gato, el pato y la Ardilla tenían personalidades y aptitudes diferentes que al trabajar unidos hacían de su sopa, una sopa única.
 Mis cuatro alumnos  necesitaban tal y como los personajes del cuento trabajar unidos y sobresalir en lo que cada uno sabía hacer.
Iniciamos los ensayos y escuchábamos el audio cuento, practicando la lectura de los diálogos. En una ocasión, la lluvia había impedido que Ramsés saliera del salón así que decidimos ensayar su personaje. En algún momento observe atentamente lo que sucedía ante mí: Ramsés prestaba atención a cada frase que escuchaba y podía observar su concentración en el audio. Miraba su parlamento y repetía las frases. Nunca imaginé que sorpresa me daría al poco tiempo. Para que puedan entender el porqué de mi sorpresa, les diré que prestar atención, era difícil para Ramsés. Así que ese día un nuevo horizonte se abría ante mis ojos.
LA SOPA SE COCINA LENTAMENTE..
Tenía una ardilla (José Luis) quien se preocupaba por cada uno de sus compañeros y de que ellos lo hicieran bien ante el evento. Un Pato (Carlitos), que con TDAH corría de un lado a otro, tal y como el personaje del cuento. El presentador del cuento: Jorge, quien  leería el opening del cuento a pesar de su temor ante su dificultad para hablar y leer; y  por ultimo: Ramsés, el Gato, quien era un poco serio, pero unido a sus compañeros.
El festival de lectura fue emocionante y estábamos nerviosos esperando la participación de los 4 pequeños. Fue un caos tras bambalinas, el pato se escapó y tuvimos que buscarlo por toda la escuela. Apareció minutos antes de iniciar. El sonido no funcionó de manera correcta y no se escuchaba bien. Los parlamentos en algún momento se olvidaron y no sabían que hacer.  Quizá para los demás, no fue algo impactante, quizá un desastre. Pero yo  podía apreciar lo que la sopa hizo en ellos mirándolos actuar. Esa mañana terminamos con una gran sonrisa en el rostro.
Noche de Sopa de Calabaza
 La invitación llego sin esperarlo: Presentaríamos el cuento ante autoridades de gobierno y con un público extenso con otras escuelas de Educación Especial, en un festival decembrino. Nuestra USAER sería la única en participar, y eso me hacía feliz, porque habría la oportunidad de que se conociera este servicio y representar a aquellos  niños  que asisten a una primaria regular y que reciben  apoyo del USAER en sus barreras de aprendizaje y /o discapacidad
LA MAGIA DE LA SOPA
Esa noche, la sopa hizo magia. Todos brillaron con esa luz propia que tienen los niños que descubren su potencial. Casi me desmayo de la emoción. ¡Las luces, las autoridades, las presentaciones etc… Era emoción a flor de piel!
Mi pato se robó el corazón de todos, mi ardilla se lució, mi presentador leyó con firmeza y mi Gato,,, Mi gato me sorprendió dramatizando  con ademanes de Gato que nunca ensayamos, pero que el mismo de forma espontánea realizó. Esa noche todos ellos escalaron en la cima de la autoestima.
UN NUEVO COMIENZO
Con la Sopa de calabaza Ramsés se volvió popular en la escuela. Ya no destacaba por tener barreras en el aprendizaje, sino por haber asistido a un gran evento. Aunado a esto, comenzó a destacar en Educación física por su capacidad de desempeño en el deporte.
Pero todo tiene un ciclo y tiene un fin, y su educación primaria estaba llegando a este para dar inicio a su educación Secundaria.
De nuevo las dudas sobre su desempeño  estaban al aire. La madre de Ramsés tenía temores ante la reacción de los nuevos  docentes y estos estaban plenamente justificados.
Ella  había contribuido en gran manera en los logros obtenidos. Incansable y tenaz se había enfocado a apoyar a su hijo en su aprendizaje, por lo cual Agradecía a la escuela primaria y a los maestros que los habían atendido, ayudado y orientado;  pero sabía que era iniciar de nuevo y tenía temor de la reacción de estos  y  de los futuros compañeros del menor.
Sin embargo, no estaría sola en el proceso. La USAER la acompañaría.
INTEGRAR ES ACEPTAR. EXCLUIR ES DISCRIMINAR.
Contactamos al director de la Escuela Secundaría e iniciamos los talleres de sensibilización con algunos maestros, antes de finalizar el ciclo escolar. Elmer, mi director de la USAER me acompañaba en los talleres, para apoyarme y despejar las dudas entre los docentes.
 Para el nuevo ciclo regresamos a continuar con la sensibilización, y ya Ramsés era un alumno de secundaria.
 Creí haber escuchado lo peor ante las afirmaciones “Este niño no pertenece aquí”, “No podrá” y todas esas dudas que ellos tenían… pero la sorpresa mayor fue cuando mencionaron que Ramsés había tenido un ataque de ansiedad. Podía imaginar cuan frustrado estaba y eso me entristecía. Esto nunca había sucedido antes y sabía que era por la angustia que tenía ante las exigencias y la incomprensión de sus necesidades de aprendizaje. Que difícil para mí fue escucharlo. Comencé a dudar si había hecho lo correcto en alentarlo a continuar. Pero no iba a dejar que las emociones me dominaran: "Integrar es Aceptar. Excluir es Discriminar.
Esa tarde trabajamos aclarando dudas, dando opciones y abriendo caminos... el camino a ver las capacidades y no las dificultades tanto con  maestros como en alumnos.
Después dejaríamos que Ramsés continuara, confiados en que la sensibilización y  los trabajos que realizamos con los docentes y los compañeros de su salón dieran resultados.
QUE NADIE TE DIGA HASTA DONDE PUEDES LLEGAR.
Tiempo después, había terminado un ciclo escolar más; y de nuevo me dirigía a la escuela Secundaría para realizar el mismo trabajo de sensibilización con ellos, para abrir camino a otro de mis alumnos que cursaría ese nivel.
No podía creer lo que mis ojos veían. Mi corazón latió a mil por hora; un jóven se dirigía hacia mí y deteniéndose  me saludó diciendo- Maestra. -¡Era Ramsés.! Por la diferencia de horarios no habíamos vuelto a coincidir y  siempre sabía de él por los detalles que su mamá me informaba en la escuela, dado que su hermano menor asistía a la primaria.
 Sus brazos me cubrieron en un cálido abrazo y me decía: "Gracias. Gracias por creer en Mi". El tono de su lenguaje era el mismo, pero sus expresiones eran distintas. Era el mismo Ramsés, pero al mismo tiempo no. Denotaba confianza,  seguridad en su expresión, en sus sentimientos. - "Me ayudaste mucho- continuo- en la primaria no podía, no sabía, pero ahora puedo solo. Mi mamá me ayuda cuando no puedo, pero mis tareas las hago solo. Tengo buenas calificaciones" "vengo solo a la escuela ya puedo".
Mi sonrisa no me dejaba mentir, Mi gato amado, era ya un león con toda la fuerza en su interior. Miraba y admiraba a este joven. Analizaba cada una de sus palabras y sus actitudes hacia mí.
Después de hablar con él, me dirigí con paso firme y veloz  a su escuela,  y entrando, contacte a la prefecta del su grado, quien en aquella primera ocasión demostró interés por ayudar a Ramsés. Me dijo que Ramsés era un ejemplo a seguir. Que se empeñaba a aprender, lo que lo hacía distinto a los demás. Que no se daba por vencido a pesar de sus necesidades y que el próximo  año era también un reto, pero este chico estaba determinado a continuar y que creía que le iría bien. . Por ultimo me dijo que la sensibilización los había ayudado y que estaba contenta de volver a trabajar en los talleres que volveríamos a dar para este nuevo ciclo escolar.
Juntas concluimos que quien se da la oportunidad de conocer y observar capacidades, se da la oportunidad de cambiar su propia vida.
Ha pasado el tiempo. Un año más y Ramsés concluirá su educación secundaria. A veces nos topamos fuera de su escuela y me dice mirando su reloj “Tenemos cinco minutos para hablar. Porque escuela espera…” y en otras: le pregunto: “ ¿Where are you going Ram?  At the school.-Me contesta.  Y  entonces regresa a mi mente la primera vez que hable de su integración en la secundaria y me pregunto espontáneamente -¿Quién dijo que nunca aprendería inglés?- ¿Quién dijo que no podría?- ¿Que no pertenecía a esa escuela?.. Y una sonrisa se dibuja en mi rostro en forma de respuesta. Un nuevo reto a futuro le espera, pero cada vez que lo veo descubro nuevas habilidades en él.
Fin de curso. Para mí, estas fechas siempre son dolorosas. Porque alguno de mis pajaritos dejará el nido. Pero verlos volar me satisface en una  agridulce  despedida..
No sé hasta dónde llegara Ramsés o cada uno de mis alumnos,  pero sé que pueden volar muy alto, porque creo firmemente que Dios les ha dado a estos niños el poder de vencer obstáculos; puesto que  cada uno de ellos ha hecho algo espectacular una vez que se han elevado en las cumbres. 
La diferencia entre el poder y hacer la hacen los adultos en la autoestima de los niños… Mirando las capacidades antes que las dificultades, conducirás a los niños en un camino minado de retos y desafíos que pueden alcanzar.
Ram, Ramsés, Ramcesito como solía contestar cuando pequeño al preguntarle su nombre,.... Es el chico que robo mi corazón, es mi gato, que se convirtió en mi Tigre, es el pajarito que se convirtió en un Cóndor alcanzando las grandes montañas que se presentan en la vida.

“Cuando no puedes ver las posibilidades de otros, te impides a ti mismo descubrir tus propias posibilidades en ellos.”

Foto del recuerdo último año de primaria. Ram junto a sus compañeros
Municipio: Benito Juárez.
Cancún Quintana Roo
Dedicado a Todos los niños a los cuales se les ha dicho: No podrán...
Y a todos los Padres y Maestros que No se dan por vencidos.
Con amor para mi Ram, Ramsés, Ramcesito.

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